La Gran Luz desciende sobre ti y se ancla en el Corazón para conducirte hacia el Trono donde se encuentra el Divino.
Sé como el
fuego vivo o la llama viva que arde hacia arriba y abre la tormenta que cubre
con su espesa bruma la visión de la Verdad, oculta a los ojos del ignorante que
prefiere caminar sin rumbo por las tempestades del infierno.
La Paloma es
como el perfecto estado de bienaventurada paz, donde se posa conquista la bruma
y la vuelve clara, como el Sol que alumbra y cubre con su luz los corazones,
como las canciones de los ángeles del Señor que elevan la conciencia y
percepción hacia las Cumbres Celestiales.
Como el pico
de la paloma se aferra a la rama, así la Palabra emitida con Amor se aferra al corazón
dando el buen fruto, y la palabra odiosa se aferra a la sombra sembrando
destrucción.
Comienza a
romper las cadenas y grilletes que te atan a este mundo y vuela hacia las
regiones celestes donde mora la Gran Luz. Posa tus alas sobre la cándida flor
de la Compasión y la Pureza.
¿Cuál es el Principio del Amor? El Amor abre todas las
puertas.
Mira por el ojo
de la cerradura y ve... que el Secreto está al alcance de tu mano si abres la
puerta.
Abre la puerta
y ve…que así como la ola es al Océano, así somos nosotros también en cuanto a
Dios. Medimos en estatura lo que la ola al Océano, pero a pesar de su tamaño no
se halla separada de él, sino que la ola y el Océano vienen a ser una misma
cosa compuesta de la misma sustancia.
Bendito aquél
que sabe encontrar la Puerta
que esconde esta Verdad.
Parte II
El poderoso ego
opone resistencia y marca la pauta en el camino hacia la perdición. La
corriente arrastra a todo ser hacia ese camino. La vida toda se mueve arrastrada
por los impulsos de la corriente, hacia la oscuridad de la ignorancia y de la
muerte. Mas la noche y la tormenta forman parte de un espejismo que se
desvanece frente a la Suprema
Luz de la
Conciencia.
El Fuego
Divino consume toda impureza, dejando libre al Alma cuya esencia es
imperecedera. En la Luz se consumirán los restos insalubres de tu mente
liberándola de la opresión de lo denso.
Cuán efímera
es la existencia cuando no está saturada de la Luz Divina.
Aléjate de tu
identificación con la materia perecedera y toma la dirección que apunta hacia
el Infinito. Borra las huellas del pasado que con tus pasos creas, y teje una
estela que te lleve hacia donde se encuentra la Bendita Agua, donde no hay
huellas trazadas, sino el sublime brillo y esplendor del Espíritu que constela
toda marca de imperfección; Ella satura todo lo creado, y en su supremacía transforma lo imperfecto en perfecto.
La
Conciencia habla a los hombres en el lenguaje de los Cielos que está hecho de
música y color. Saber escucharlo es parte del aprendizaje de cada ser, para al
final descubrir que ese lenguaje sagrado brota de su mismo corazón desde lo
alto del Trono, cuya suprema exaltación está en el Amor, causa y sustento de
toda la Creación. En el Trono está sentado el Amor de Dios, el cuál transpone
los sentimientos en nobles acciones, dentro de sus correspondientes áreas de
movimiento en el mundo físico.
Haz del acto
de amor una meditación y de la meditación un acto de amor. Permanece
silencioso, sentado en el trono de la quietud. Reposa tu mente y límpiala con
el agua luminosa que mana de la Conciencia Cósmica. Nada ha de frenar tu esfuerzo
por mantener la ecuanimidad. De este modo, ella se adueñará gradualmente de tus
palabras y acciones, que serán entonces bañadas por el Agua Viva que sale del
manantial puro, llenando los cuencos vacíos de los sedientos y calmando su sed…para
la Eternidad.
Parte III
No consigues
estar en paz contigo misma porque no te liberas de tu parte oscura, y tu
decadencia espiritual viene como consecuencia de ello; eres victima de tu
propia ignorancia, y el gran abismo en que has caído ciega tu Conciencia.
Abandona toda
creencia errónea por parte de tu mental, de que eres un ser limitado,
polarizando tu energía para crear pensamientos dirigidos hacia lo sublime y
divino.
Cuentas con el
apoyo de miles de seres; entidades que cooperan en el Universo para que se
materialice el Pensamiento Divino que hará de los hombres seres con tal
potencial, que arrebate toda posibilidad de error en la Creación. Has de
canalizar dicho Pensamiento en ti, rescatando a tu "Yo" de las garras de la Ilusión y conduciendo al
Ser y al Universo a su máxima Realización en el Reino Espiritual.
¿Qué supone lo
dificultoso del Camino frente a lo que se ha de lograr?
Conseguirás
que un día no muy lejano, la humanidad despierte dentro de su propio corazón un
hálito de Vida y de Luz que encienda la antorcha de sus conciencias en Cristo.
Los Hombres sois seres de Luz en Cristo, y vuestro poder es ilimitado cuando se
trata de avanzar hacia el Padre Absoluto.
Parte IV
El Humilde no
se crece ni se desploma ante los engaños del espejismo, simplemente observa y actúa
según le dicta el Corazón. Superando todo engaño, puede ver el Rostro de Dios
oculto tras el Velo. Éste posee numerosos Caminos que parten y regresan, mas Puerta
sólo hay una, una única Puerta de Acceso en la cual desembocan todos los Caminos.
Buscad a Dios con el fervor de vuestras almas, con el fervor de vuestro
corazón. Anhelad encontrarle a Él para fundiros en su Divina Presencia.
El Camino está
señalado, tan sólo hay que seguirlo. Todo aquél que se inicia en el Sendero
hacia Dios, debe recorrer el Camino, estrecho y pedregoso, asustarse con sus
ramas y herirse con ellas en la oscuridad de la noche, y aún en el día, pues
éstas apenas dejan paso a un solo individuo. Deberá, pues, caminar solo, para
después del largo recorrido llegar al Templo y ver que sus puertas están
cerradas y nadie salió a recibirle. Tendrás que llamar con fuerza una y otra vez
para que Aquél que mora dentro te escuche y te abra las Puertas. Una vez dentro
todo será diferente, pero no creas que ahí concluye tu Camino. Este lugar está
compuesto de varios pisos, salas o Moradas superpuestas, y tú deberás subir
peldaño a peldaño hasta alcanzar la cúspide: el Recinto Interior donde habita
el Señor del Templo. Satúrate entonces de Él y comprenderás que nunca hubo
Camino, ni Templo, ni Puerta, ni Escalera, ni Morada; que tú siempre fuiste Él,
pues Él moraba en ti.
Parte V
¿Qué luz es
esa Luz Divina que emerge del Corazón hasta llegar a la cúspide de tu
Conciencia? Pequeña es la mansión que alberga la razón comparándola con el Reino
de la Conciencia. Cuando llegues a alcanzar la Meta Divina, comprobarás que
todo cuanto existe no es más que un pálido reflejo de esa Luz que se esconde
tras el Velo.
Ahora has de
salir airosa en esta batalla contra el ego. Debéis sacar el veneno que hay
dentro de vosotros, porque todo aquello que no pertenece a Dios pertenece a la Serpiente. Todo
aquello que no sirve para alcanzar a Dios sino para alejarte de Él, pertenece a
la Serpiente. Manteniendo fija tu mirada en Él, no lo pierdas de vista. Para alcanzar las
cotas más elevadas es necesario pisar la cabeza de la Serpiente. Que tu
cuerpo sea el espejo en el cuál el Alma se refleje. Sé la viva imagen de tu
Alma. Estando la mente subordinada al Corazón (Espíritu), da fiel servicio a
éste con el potente rayo del Amor.
Agua y Pan dio
el Señor a los sedientos y hambrientos; Luz dio a los ciegos; fuerza a los
débiles; Paz a los atormentados; Bondad a los desalmados; Amor a los
rechazados… Emprende la andadura por las sendas del Espíritu. Que el valor y la
fe sean tu sostén. Camina veloz hacia la Meta Divina.
Parte VI
Confluirán los
caminos de luz trazados, que a la espera de tu despertar permanecían ocultos a
tus ojos.
Motivada por
tu deseo de perfección irás desechando de tu vida todo aquello que no sirve
para tu crecimiento interior, y te acercarás poco a poco al estado de paz que
proviene del Alma. La quietud mental fruto de la meditación profunda ha de ser
alcanzada en medio del caos.
Parece que
nadie te escucha cuando emites tu llamado, que no hay nadie al otro lado, que
estás sola flotando en la nada; en el más absoluto vacío. Mas tu llamado debe
ser fuerte y constante, sólo así comenzarás a ver la Luz de Dios que emana del otro
lado del Velo. La noche es oscura, pero la Verdad permanece latente en tu corazón.
El Cantar del
Corazón es el cantar del amor puro que una criatura despierta emite hacia el
Padre Infinito. Es Dios el Inabarcable, en cuyos brazos te pierdes y a la vez
te ganas, la Lumbre
encendida que proyecta Sus llamas al Cielo y da calor a los pequeños que están
reunidos a su alrededor. Ellos con sus cánticos alegran los momentos perdidos
de los hombres.
Trata de abrir
más tu corazón a las experiencias que el Señor te otorga cada día, para que
exteriorices lo mejor que hay en ti, que es la pura esencia del Amor. Sé
diestra en la palabra y la obra. La oportunidad está en el ahora y no en el
mañana, y te capacita para dirigir tus esfuerzos en la dirección correcta.
Parte VII
La sonrisa del
Alma acaece cuando el discípulo ve la Luz por primera vez y acontece el
nacimiento del Hombre Espiritual. El Hombre Espiritual nace del Alma y se convierte
en antorcha viva.
Bendito el día
en que tu Nacimiento llegó; en que el Santo Espíritu tocó tu mente y la Gracia
Divina rozó tu corazón.
La vida física
es el resultado de la fusión de Espíritu y Materia. La Vida Espiritual es el
resultado de la fusión de Alma y Espíritu. Ve en busca de la Vida Espiritual
donde tu conciencia penetra en el oculto reducto de tu corazón y conecta con el
Soplo Divino.
Esto es la Qabbalah. Ahí
está encerrado todo el saber oculto de nuestros padres y ancestros. Ignoramos
cuáles son sus secretos, pero sabemos que nada en este mundo tiene mayor
trascendencia que su significado oculto y su búsqueda y adquisición por medio
de la vía espiritual.
El Camino está
trazado para que a través de la herramienta del discernimiento y la intuición,
sea hollado por los sinceros discípulos y llevarnos hacia la resolución del
misterio existencial, el conocimiento de la Verdad y a su vez a la Liberación y Renacimiento
del Alma.
Bendito aquél
que a pesar de las tribulaciones sigue luchando por alcanzar dicha Meta. El
hombre está abocado a encontrar esa Verdad. Por ello tarde o temprano debe
hollar el Sendero que le conducirá hasta ella.
Pero el Camino
es largo y tortuoso, y sólo los fuertes de espíritu serán capaces de recorrerlo
sin perecer en él. La Bestia
aguarda detrás de las tribulaciones, porque el hierro se forja con el calor de las
llamas. Y así “nosotros” seremos forjados como profetas del mañana, para ser luz
en las tinieblas y en la tempestad.
El templo es
el recinto del Alma. El templo es la conclusión de la Obra. Y las puertas del
templo han de abrirse, como así tu Corazón, para liberar al Alma de su cautiverio
y que alumbre a los demás. Luz bienhechora cuya Gracia procede de la misma
Esencia Divina del Creador.
Bendito aquél
que permanece en el Camino aun a fuerza de penas y dolores.
Ven y mira la
cara oculta de tu ser. Vive la Realidad interna donde es posible encontrar el
Tesoro perdido, la Llama encendida que te une a tu Creador. ¿Dónde está esa Luz?
Permanece viva en tu interior, en tu Corazón. Un sol resplandece en él. Su
latir es el sonido del Universo, el compás rítmico que mantiene viva la Creación.
El Amor del
Padre en ti vive y se mueve en tus esferas, en el microcosmos que existe dentro
de ti como reflejo de las creaciones del Absoluto. Su movimiento crea las
notas, cada nota es un sonido contenido dentro del otro, y cada átomo es
energía condensada. Sabe combinar Sonido y Energía, y serás vibración en
acción, siendo ésta de la más alta frecuencia. De esta forma se abrirá tu mente
y escucharás el Sonido de Su Voz como cuando el viento mece las hojas de los
árboles.
Tu mente se
expande a medida que profundizas en el Universo: El Ojo Crístico de la Luz
Universal. Los secretos del Universo están ahí para que los explores. El
Universo abre sus puertas para que excaves y profundices dentro de él. Te
ahorrarás camino si exploras con la destreza del sabio. No se deben acumular
experiencias, sino obras. Tu conciencia debe ser la Conciencia Cósmica.
Me hallo cerca
de ti cuando te hallas cerca de Mí. Imperecedero e Inmutable, Me hallo cerca de
ti. Has descubierto la forma de llegar a Mí, no te distraigas de tu Centro en
momento alguno; cuando abras los ojos, cuando los cierres, cuando camines,
cuando duermas, cuando comas, cuando sueñes o medites, no te distraigas de Mí y
conocerás el Gozo Supremo que reside en tu Existencia. Flota sobre ese Gozo
saturándote de su Conciencia y respira con tranquilidad y profundidad en el
principio. Poco a poco ve reduciendo tu respiración. Sin agotar tus
posibilidades, deja que siempre queden “reservas” en el receptáculo de tu
aliento. Así cada vez tendrás menos deseos de llenar tus pulmones con oxigeno, y
cada vez más de llenarte con Mi Energía Cósmica. Mente es igual a Energía;
Energía es igual a Mente.
Aprende a
buscarte y Me encontrarás, aprende a escucharte y Me escucharás a Mí. Introduce
la llave y abre la puerta al Paraíso. La llave es el Amor, Fuego vivo. No
mendigues, entrega, y vence a tu ego. Vive según las leyes divinas y descorre
el velo de la ignorancia.
Bendito el que
escucha la voz del Corazón, porque esa es la voz de Dios.
Su Voz en ti
susurra. Si al ruido externo atiendes, pasará como el aire sin que percibas su
sonido. Abstráete sin demora de todo cuanto existe a tu alrededor, y ve hacia
Él. Recibirás Su Bendición; oculto en la noche irás a Él y Él te Bendecirá. Pasa
adelante y verás lo que ha de mostrarte.
Su Templo es
tu templo. Medita más y más, sumérgete en las aguas del Océano Infinito. Él es
el Océano, sumérgete en Sus Aguas Benditas, sumérgete en la Luz. La espiral del Conocimiento
es infinita, no tiene principio ni fin. Conecta con esa eternidad sin limites
porque tú eres un ser ilimitado, tú eres Espíritu.
Él vendrá a ti tan pronto como tú vayas a Él. No prestes
atención al demonio, fija tu mente y tu corazón en Él, en todo momento, y Él te
protegerá de todo mal. Bendito el que Le sigue a pesar de las tribulaciones,
para la conquista del Espíritu.
Nunca más estarás solo, pues Él estará contigo. Su Soplo te
inundará y tú serás junto a Él para Siempre. Añoras una vida santa, la Vida en Cristo, pero la vida
en Cristo debe nacer en y del corazón. Toma la decisión, entrégate. Sube un peldaño
más en la escala hacia el Espíritu, sublimando tu vida y tus actos, tus
pensamientos; tus sentimientos más profundos deben aflorar. Se digno de recibir
el Tesoro.